sábado, 3 de julio de 2010

PASEOS POR LA PROVINCIA:DE TEMUCO A ANTUCO.

 Llegada del tren a Curacautin.






Nota : Esta es una pequeña crónica de un viaje a Antuco realizado en Febrero de 1914 por Walton Roy uno de los más destacados periodístas de Temuco en esos años,dueño de algunas de las mejores crónicas sobre la vida cotidiana de la ciudad y la Provincia.En otro momento destacaremos su trabajo que merece ser conocido por las nuevas generaciones de periodistas que se forman en la región y que desconocen estos trabajos.El texto esta resumido,ya que  en el original tiene partes ilegibles,ocupa también palabras propias de esos años como "Pik-Poket",para referirse a los carteristas que pululaban en los trenes de la Frontera,o "el Hotel Ramirez",para referirse a  la cárcel,ubicada al lado poniente del Regimiento Tucapel y también frente a l regimiento donde hoy existe un hermoso y moderno edificio de departamentos.



DE TEMUCO A ANTUCO.


A las 7.10 A.M..,en Ercilla,teníamos pleno sol y ya con la deseada aparición del astro rey volvimos a la vida espiritual y alegre.
La nota mas desalentadora fue sin duda,el mal,el insoportable olor que despedía el W.C.,obligando a los pasajeros  a llevarse el pañuelo a las narices y abrir todas las ventanillas del coche.
Es realmente inaudito,increible,este descuido de los ferrocarriles,¡qué hacen,que hacían los encargados del aseo del urinario?
Ojalá que esta anomalía no se repita para evitar las consiguientes molestias y protestas de los viajantes.
Yo,que por supuesto iba en la comitiva,ya que me dio el lujo de escribir estás líneas,comencé a contemplar la naturaleza bajo sus distintos aspectos.Lo primero que saltó a mi vista fué la completa despoblación de los bosques,las inmensas llanuras de tierras en que dificilmente se encontraba la sombra bienhechora de un roble.
¡La loca avaricia de los hombres había concluido con las históricas montañas,que más de una vez fueron teatro y testigo de una heroicidad criolla ,de esos hechos que para honra y proeza tanto abundan en el libro de oro de nuestra altiva raza !
Los agricultores no se preocupan un comino de la repartición de los bosques.Solo anhelan repletar sus graneros y esprimir con usura los abundantes tesoros de la tierra.Por eso hace grande falta una ley que les obligue,por su propio bien a cumplir con sus primordiales deberes ,cuales son los que  les impone la cordura y el buen sentido.
En Paillahueque y Ercilla hai abundancia de trigo.Las estaciones demuestran claramente que si el año ha sido malo no lo fué del todo pésimo.
Las maderas ,más acá,no se esplotan como por el sur,donde constituyeron hasta hace poco el bellocinio de Oro,dando trabajo y vida a muchos miles de habitantes,peones principalmente que hoy acéfalos,andan vagabundeando ,muchas veces con hambre de ciudad en ciudad.
Y aquí debo hacer un paréntesis.A una señorita que venía en nuestro grupo de viajeros,se le antojó la más quijotesca de las cosas :marearse:enfermedad o mas que ni al Herano Raimundo le hubiese deseado el celebérrimo don José.(una cruz).
En Renaico,se instalaron cómodamente a nuestro lado dos señores pik-pokets de oficio.Ambos  vestían sobretodo de viaje,plomo oscuro,calzando a la "dernier" y llevando las manos cubiertas de brillantes.
Anteriormente los habíamos conocido en el hotel Ramírez de esa ciudad y ya sus nombres habían figurado en mas de una ocasión en letras de molde en "La Época".
Con tan distinguidos profesionales continuamos hasta San Rosendo,donde,aprovechándose del enorme movimiento de jente,descendieron,no sin antes,tal vez,haber operado más o menos con suerte.
A las 10,45 nos bajamos en Monte Águila.Aquí permanecimos hasta las 12 M.,hora en que tomamos el famoso Trasandino por Antuco.
El Trasandino por Antuco!.El molejon de la muerte !Sr. Director ¡qué Trasandino!
El ferrocarril es ordinario y de trocha angosta,la locomotora-José Manuel Balmaceda-y los carros,pésimos,¡Cuántas veces nos imajinamos andar en los coches de Temuco,que a la verdad todo pueden ser menos coches,y que a uno le remueven hasta los intestinos !
Los carros son estrechos y muy parecidos a los urbanos de ésta.Los pasajes están sumamente caros.
Las vistas panorámicas son muy hermosas.
A las 3 y media P.M. arribamos a Polcura o Placilla.
Minutos más tarde eramos modernos quijotes en briosos rocinantes.
A poco andar nos encontramos con la mansión de lo muertos o sea el cementerio de Polcura.
Luego nos hallamos frente a frente del Laja.Seis subimos en lancha,con  nuestros respectivos alazanes,e hicimos la travesía.
A uno de nuestros compañeros se le ocurrió remar y compañero y remo fueron al agua.Un momento de estupefacción y gritos y todo en calma como antes.
El improvisado bañista salió casi ahogado.
A las 6.35 hacíamos la entrada triunfal  al  mentado Antuco.
Y nadie conocía a nadie !Que tierra,que tierra señor mío !
Por fin llegamos hospedándonos en casa de un señor Güeman,caballero tan bueno como el azúcar y cuya señora atenta y obsequiosa,es mejor,mucho mejor que el pan.
A las 10 P.M.,nuestras maltratadas figuras descansaban en blando y mullido lecho.
Dia 17.-Una mañana espléndida,de harto sol y de un aire puro magnífico.
Por aquí dan ganas de morirse,respirando aire a pulmon lleno.
¡ Qué jente más buena,más linda,más jenerosa,más digna,más altruista,más -ayúdeme señor Director-mas jente que esta de Antuco.
yergue majestuoso desafiando todas las iras,ya sean las del  viento,ya la de los impíos radicales.
Estaba cubierta de inscripciones y de nombres.De estos anotamos los siguientes : Capitán Moyano,Pedro Garretón,Alfonso Reyno,Rosario Carreño,Alfredo Lagos M. y Julio Cisternas.
Cerca de la Cruz se destacaba la simpática figura de un joven peral.
-¡Como está ,Peraliño!-le dijimos.
-Bien,gracias.
-¿Tú eres de este pueblo?
-Sí,¿y ustedes,quiere a probar mi sasonado fruto?
-Sieres tan jeneroso.
-Claro que sí.Sobre todo con los temuquenses.
-Gracias.
Y cojimos varias docenas del apetitoso fruto.
Cuando nos retiramos,el dueño del susodicho peral nos dijo:
Vengan ustedes cuando gusten.Todo lo que hay aqui está a   vuestra disposición.
Y el peral movió la cabeza en señal de asentimiento.
Enseguida visitamos la iglesia,un edificio viejo y anticuado.Tiene 60 vidrios,49 de ellos rotos.-S.E. y O.-Conste que por aquí no hay tumbas de impíos ni paganos.Son todos católicos fervientes,ardorosos.Eso si que  la civilización anda atrasada,como en carreta.
A las 12 M.regresábamos.En el camino nos detuvimos a admirar una hermosa chacra-dejamos establecido que no somos de ésta-y una señora salió a saludarnos con todas las amabilidades imajinables y antes de un ¡Jesus! nos regaló ajíes,choclos,tomates,paltas,brevas y tutti cuanti!
Sr.Director,que jente,que jente mas almibarada que esta de Antuco.


WALTON ROY

Fuente :Diario la Época del domingo 22 de febrero de 1914.